Buenos días por la noche:
Toronto fue incluso mejor de lo que esperábamos, y eso teniendo en cuenta que las expectativas eran altas. Si es que no hay ciudad como esta (aunque Miguel intente hacernos creer que París le da mil vueltas). “Barrer para casa” era la expresión, ¿no?
Kensington Market estaba como cualquier domingo de calorcito: inmejorable, lleno de gente, música, comida de todos lados del mundo, frutas y verduras de colores por todos lados, bicis, hippies y alternativos gafapasta y en general una amalgama de culturas, como un Toronto pequeñito concentrado en un barrio. Como alguien dijo, la experiencia más torontina que podría uno tener es observar a un indio comiendo comida mexicana en Chinatown. Pues Kensington Market es la viva expresión de esa experiencia.
El Mick E. Fynn's, también conocido como el bar de los jueves del año torontino de Nuria, sigue como siempre: con el puerta de siempre, la música de siempre, el camarero borde de siempre, la camarera rubia de siempre, su escote a la vista como siempre, la cerveza de siempre y los precios abusivos canadienses de siempre. Vamos, el Mick E. Fynn's de siempre.
John Du, exvecino de Nuria y futura estrella del mundo del cine, nos llevó a ver los estudios de grabación donde trabaja y donde se graba la serie Warehoure 13 (que parece ser que en Estados Unidos está arrasando aunque en España sólo la conocerá alguna friqui de... pongamos... Rivas).
Los decorados son alucinantes, todo parece real hasta que ves a John Du levantando una viga de hormigón sin mucho esfuerzo, te acercas a tocarla y ves que es de corcho.
En uno de los edificios de los estudios estaban grabando un capítulo de la serie y tuvimos la oportunidad de observar un rato desde la oscuridad y el anonimato y la conclusión es que los estudios de grabación son un estrés absoluto. Es como el metro en hora punta, solo que con decorados chachis y bandejas con comida.
Fuimos también a pasear a la playa grande de Toronto (para los que no estéis al corriente de la situación exacta de la ciudad, las playas están en el Lago Ontario, no en el mar, por lo que son pequeñas en general), y John Du nos llevó a Little India a cenar en el patio del restaurante indio más famoso de Toronto. Nada más entrar uno se da cuenta de que va a cenar bien porque está lleno de indios, y que un restaurante esté lleno de locales siempre es buena señal, así que degustamos las riquitudes indias y después tomamos el postre en el restaurante pakistaní de enfrente.
Al volver nos habíamos quedado sin plaza para el coche en el patio trasero/parking y fue toda una odisea explicarle a la china que no hablaba inglés que habíamos pagado el parking y por nuestras narices íbamos a tenerlo (ya que se empeñaba en que aparcásemos en la calle, donde estaba prohibido aparcar, y nos levantásemos a las 7 de la mañana a mover el coche). Finalmente, acabó despertando a un pobre chico que tuvo que salir a apretujar su coche para dejarnos un hueco.
Finalmente, y después de unas cuantas horas al volante y de un control muy exhaustivo en la frontera (¿Sabíais que las naranjas canadienses están prohibidas en EEUU? ¡¡¡Obama, devuélvenos nuestras dos naranjas!!!), hicimos noche en un motel de carretera por primera vez (aunque no os lo imaginéis decadente y con el coche en la puerta de la habitación en plan peliculero porque no era así para nada).
Ayer entramos por fin en Chicago, donde curiosamente para ser la ciudad del viento...hacia un viento que chicagas. Patapam psshhh.
Esta última frase es prueba fehaciente de que no estamos en condiciones de seguir escribiendo, así que nos vamos a la cama, que ya son horas.
Seguiremos informando.
(Aparcamiento para bicis de Kensington Market)
(Al amor, de frente y después la primera a la derecha)
(Coche-maceta de Kensington Market)
(Nuria poniéndole ojitos a una minitarta de queso y cerezas)
(Victoria University, en la University of Toronto, la antigua facultad de Nuria)
Oh... Toronto... snif.
ResponderEliminarEn estos ojos verías lágrimas si pudiera llorar. Pero no puedo: cirugía plástica.
Sí, una friqui de Rivas conoce Warehouse 13, pero nunca la ha visto. Tiempo al tiempo.
El coche maceta hippy!! Joo, escribe más cosas de Toronto aunquea sea en una postdata!
ResponderEliminarCris
Jajja, me ha matado la frase "la experiencia más torontina que podría uno tener es observar a un indio comiendo comida mexicana en Chinatown"..y para la última u cierre de la entrada no tengo comentarios...quiero pensar que ha sido fruto de un largo y complejo proceso intelectual de ambos...jajjajaja. En fin amores, que se os sigue extrañando un montón acá, que al final no os podré ver en agosto por Madrid y, por lo tanto, espero que en Septiembre me hagáis un hueco en vuestra cama...para despedirnos, ya sabéis!;-). Que os quiero con locura, y lo sabeis! Me alegro de que todo marche bien, mucha suerte y ánimo para sufrir esos "curiosos" moteles de carretera..xD.
ResponderEliminarDavid